"Vámonos a pasear, amiga mía, por esa dormida tierra de los mapas.

Vámonos a pasear, callada amiga, antes de que la muerte venga a torcer el rumbo de nuestros huesos."

Gabriel García Márquez

martes, 31 de julio de 2012

Renovar el “alma” del lugar

(Publicado en Revista Modalité Avant #38, noviembre 2011)




Murales que juegan con los límites y trascienden las formas habituales para, a través del “ejercicio plástico”[i], situarnos en otro lugar, en el medio de historias que llegan desde otro tiempo o desde el mismo presente que las oculta. Georgina Ciotti dedicó buena parte de su carrera como artista plástica, a la intervención de espacios para sumergirnos en otra realidad.



El trabajo durante casi una década en España, dedicado a los efectos especiales en cine, publicidad y teatro, bajo la dirección de Pedro Almodovar, Spike Lee, Guillermo del Toro, entre otros sobresalientes directores, y obras como “La Fura del Baus”,  marcaron a fuego un estilo donde no hay objeciones a la fantasía. Sin embargo, la pasión por la pintura empujó a Georgina Ciotti a buscar nuevos formatos y fue una peluquería quien le abrió sus puertas. “El primer trabajo fue por casualidad en Barcelona, recuerda la artista, me llamaron para presentar un boceto para renovar la decoración del local y luego de descartar varios, se quedaron con mi propuesta. Hasta ese momento pintaba murales en la calle y ese fue mi primer trabajo, era clienta de la peluquería y ellos pasaron a ser clientes míos también.”

Luego de una intensa actividad en España, gracias al gran impulso recibido por mostrar su obra en Polo Pelo peluquería de vanguardia situada en pleno barrio Gótico de Barcelona, Georgina emprendió el regreso a Buenos Aires. Aquí no ha parado de exponer sus trabajos y es así como llegó a decorar De la cabeza, una peluquería situada en el barrio de Palermo, donde uno de sus murales fue inaugurado para celebrar el sexto aniversario del local.

“Siempre estuve interesada en murales”, nos cuenta Carmen Fanfarillo quien está al frente de De la Cabeza y  agrega, “me interesan como una manera más de comunicar y cuando empezamos le pedí a Georgina que dibuje elementos que tengan que ver con lo que hacemos acá. Finalmente terminó reflejando una parte muy personal que es la de hacer muchas cosas al mismo tiempo, cualquiera que viene por acá sabe que soy un poco así.”

Georgina llega a la entrevista vestida con un largo sobretodo negro que casi cubre sus zapatillas, como si fuera la protagonista de algún cómic futurista. Sus dibujos y murales se refieren principalmente a este tipo de personajes: seres mitológicos, todos ellos femeninos, que regresan como inspiración desde el pasado o reflejan la plena actualidad.

“Al ser mujer, el filtro a la hora de realizar mis trabajos siempre será femenino. Sin embargo, tengo un particular interés por reflejar el lado oscuro y oculto de las cosas, como una protesta frente a las modas de consumo de lo bello aparente. Si bien la peluquería es un lugar de plena esteticidad; mostrando algo lindo en mis murales también muestro algo oscuro, como una manera de quebrar la exigencia social.”

“Hay una tendencia a no buscar modelos perfectos en el ámbito de la moda y lo mismo se repite en la peluquería”, dice a su vez Fanfarillo desde su experiencia en De la Cabeza. “Las clientes llegan con cierta ansiedad al salón por saber si conseguirán el corte deseado o el cambio esperado y yo las siento como pequeños volcanes, donde hay que indagar aquello que realmente están buscando y así, sacar todo para fuera”.

Los senderos que nos lleven a través de esta búsqueda pueden ser de mil maneras distintas pero todos dejarán su huella en los objetos que nos rodean o en las creaciones que nos circundan. La inspiración del arte puesta en las cabezas o en la pintura es siempre la misma, una manera más de comunicar este viaje.


[i]Nombre elegido por David Alfaro Siqueiros, muralista mexicano, para su única obra mural interior en Argentina: “es una pintura monumental dinámica para un espectador dinámico”, la calificó.

Artistas y peluqueros:

      


viernes, 20 de julio de 2012

Bajo un techo de nubes


El camino zigzagueante que bordea el pintoresco valle de Traslasierra, al sur de Córdoba, une numerosas poblaciones que son una caja de agradables sorpresas para el viajero desprevenido. Las Chacras es la puerta de entrada de un trayecto perfumado por infinidad de hierbas aromáticas y labrado por las manos de artesanos que hicieron de estos parajes, su lugar en el mundo.


Pequeños pueblos surgidos en el crepúsculo de las riñas entre unitarios y federales, que azotaron nuestra historia como tantas otras pujas dramáticas y feroces, se desperdigan a lo largo y ancho de todos los valles cordobeses. Sus actuales habitantes tienen un pasado más heroico y legendario aún: pisan el suelo de las sierras de los comechingones, un pueblo que luchó hasta el último minuto contra su propio exterminio y hoy en día es fuente de un imaginario casi mitológico.

El poblado de Las Chacras que se encuentra a escasos 14 km de Merlo, casi en el límite con la provincia de San Luis, es de paso obligado para todos aquellos en la búsqueda del contacto con la parsimonia de gente que gusta del andar tranquilo, casitas con las puertas cerradas durante siestas infinitas y perros distraídos que no sienten la necesidad de custodiar ninguna esquina. Allí se extiende un microclima que es privilegio de esta región del país y bosques vírgenes que ocultan sorpresas para el visitante que se anime a recorrer sus senderos. Como por ejemplo el Museo del Libro, único en su especie por custodiar un tesoro de más de 400 libros incunables en medio de las sierras.

Para vivir en equilibrio con el entorno agreste que caracteriza a esta población y sus localidades vecinas, La Paz y Loma Bola donde se encuentra el cerro del mismo nombre; los pobladores eligieron construir sus casas respetando el curso de los arroyos de montaña que pueden bordear la morada regalando el murmullo constante del agua en movimiento, llevar adelante huertas orgánicas o dedicarse a actividades artísticas y artesanales: confección de mandalas, muñecos de trapo y elaboraciones textiles de tipo artesanal.

El espíritu comunitario se hace presente en lugares tan queridos y pequeños donde todos pueden abrazar una misma causa. Es así como surgió la idea, entre los vecinos del pueblo, de organizarse para montar una radio comunitaria, FM Las Chacras, que suena en el aire de las sierras desde el 2009. Lejos de contar con inversión privada, todo se realizó a pulmón y con mucho esfuerzo, a través de la colaboración de amigos de la radio y de eventos mensuales a los que asiste toda la comunidad, que suelen llamar “la pechada”, con el objetivo de recaudar fondos.

El habitante de la sierra, tanto aquel que asentó su hogar en el valle como los que todavía se animan a vivir cerca del filo de la cumbre, saben que los desafíos son muchos y con ellos conviven día a día. Quizás intentan seguir el ejemplo del águila, animal que eligieron los comechingones para poblar sus leyendas, y que se caracteriza por ser el único ave que decide atravesar la tormenta para poder volar sobre ella y, de esta manera, llegar más cerca del sol.

Se pueden seguir las novedades de FM Las Chacras a través de su sitio: 

Se puede obtener información del Festival de Cortos de Traslasierra en:

Y acá se puede encontrar alojamiento como en casa: