"Vámonos a pasear, amiga mía, por esa dormida tierra de los mapas.

Vámonos a pasear, callada amiga, antes de que la muerte venga a torcer el rumbo de nuestros huesos."

Gabriel García Márquez

viernes, 20 de julio de 2012

Bajo un techo de nubes


El camino zigzagueante que bordea el pintoresco valle de Traslasierra, al sur de Córdoba, une numerosas poblaciones que son una caja de agradables sorpresas para el viajero desprevenido. Las Chacras es la puerta de entrada de un trayecto perfumado por infinidad de hierbas aromáticas y labrado por las manos de artesanos que hicieron de estos parajes, su lugar en el mundo.


Pequeños pueblos surgidos en el crepúsculo de las riñas entre unitarios y federales, que azotaron nuestra historia como tantas otras pujas dramáticas y feroces, se desperdigan a lo largo y ancho de todos los valles cordobeses. Sus actuales habitantes tienen un pasado más heroico y legendario aún: pisan el suelo de las sierras de los comechingones, un pueblo que luchó hasta el último minuto contra su propio exterminio y hoy en día es fuente de un imaginario casi mitológico.

El poblado de Las Chacras que se encuentra a escasos 14 km de Merlo, casi en el límite con la provincia de San Luis, es de paso obligado para todos aquellos en la búsqueda del contacto con la parsimonia de gente que gusta del andar tranquilo, casitas con las puertas cerradas durante siestas infinitas y perros distraídos que no sienten la necesidad de custodiar ninguna esquina. Allí se extiende un microclima que es privilegio de esta región del país y bosques vírgenes que ocultan sorpresas para el visitante que se anime a recorrer sus senderos. Como por ejemplo el Museo del Libro, único en su especie por custodiar un tesoro de más de 400 libros incunables en medio de las sierras.

Para vivir en equilibrio con el entorno agreste que caracteriza a esta población y sus localidades vecinas, La Paz y Loma Bola donde se encuentra el cerro del mismo nombre; los pobladores eligieron construir sus casas respetando el curso de los arroyos de montaña que pueden bordear la morada regalando el murmullo constante del agua en movimiento, llevar adelante huertas orgánicas o dedicarse a actividades artísticas y artesanales: confección de mandalas, muñecos de trapo y elaboraciones textiles de tipo artesanal.

El espíritu comunitario se hace presente en lugares tan queridos y pequeños donde todos pueden abrazar una misma causa. Es así como surgió la idea, entre los vecinos del pueblo, de organizarse para montar una radio comunitaria, FM Las Chacras, que suena en el aire de las sierras desde el 2009. Lejos de contar con inversión privada, todo se realizó a pulmón y con mucho esfuerzo, a través de la colaboración de amigos de la radio y de eventos mensuales a los que asiste toda la comunidad, que suelen llamar “la pechada”, con el objetivo de recaudar fondos.

El habitante de la sierra, tanto aquel que asentó su hogar en el valle como los que todavía se animan a vivir cerca del filo de la cumbre, saben que los desafíos son muchos y con ellos conviven día a día. Quizás intentan seguir el ejemplo del águila, animal que eligieron los comechingones para poblar sus leyendas, y que se caracteriza por ser el único ave que decide atravesar la tormenta para poder volar sobre ella y, de esta manera, llegar más cerca del sol.

Se pueden seguir las novedades de FM Las Chacras a través de su sitio: 

Se puede obtener información del Festival de Cortos de Traslasierra en:

Y acá se puede encontrar alojamiento como en casa:

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